martes, 23 de abril de 2013

Una propuesta a tener en cuenta: "Proyecto: Ver y oír una imagen"

Si rebuscamos un poco en internet (también en libros, que con esto de la Era de la Información digital, a veces se nos olvida la magia del papel), podemos encontrar muchisimas propuestas que nos ayuden a enfocar contenidos curriculares de una manera innovadora y estimulante para los alumnos. Es algo muy sencillo, es un trabajo que nos dan hecho, que sólo hay que adaptar al grupo con el que trabajemos, y si es necesario, aportar un toque de creatividad y simplemente tomar esas propuestas como base para realizar nuevos proyectos. Este trabajo debería realizar un profesor, y no quedarse anclado en obsoletos métodos de enseñanza; cada generación que pasa por las aulas es diferente a la anterior, vive tiempo diferente y tiene unas necesidades y motivaciones que no se pueden despreciar. El reciclaje debería ser una tarea más de los equipos docentes la propuesta que resumo a continuación puede convertirse en un primer paso para dar un giro y una presentación diferente a lo que se quiere enseñar.
El Proyecto "Ver y oír una imagen" representa lo que he dicho anteriormente. La propone Aurelia Sanz, del IES Rey Pastor de Madrid, y se incluye dentro de la asignatura Imagen y Comunicación dirigida a alumnos del primer ciclo de la ESO. La idea nace de un curso de formación para el profesorado realizado por el Museo Thyssen Bornemisza. Como dije antes, las ideas se encadenan, y de una de ellas, surge un nuevo proyecto.
Llevamos un tiempo diciendo lo importante que es aprender a "leer" las imágenes, saber que hay detrás de ellas, descubrir cuál es la verdadera intención de los creadores tras la composición de una obra. La explicación a esto es muy sencilla: vivimos en la sociedad de la información, la comunicación y el conocimiento. Una era llena de posibilidades, con una sociedad digital y globalizada con sus luces y sus sombras. Esas sombras son los peligros de una información rápida, voraz e imprevisible que pone patente la necesidad de entenderla y gestionarla. Para ello hay que comprender el lenguaje de la comunicación: la información cada vez es más visual y sonora, entra por los ojos en forma de imágenes y por los oídos en sonidos, pero no en letras; es por ello que se torna imprescindible saber interpretar esas imágenes mediante el conocimiento de sus códigos y de las relaciones que se establecen entre ellos.
 Ese es el objetivo del proyecto, enseñar a los alumnos a descubrir lo que dicen las imágenes, a sabiendas que dentro de una obra se esconden otras muchas, las que cada uno de nosotros siente al verla. Esto lo hace desde dos vertientes, unidas por la creatividad. La primera "Saber ver para comprender" (un análisis visual de una imagen fija) y "Saber hacer para comunicar" (análisis sonoro de una composición propia).
Para ello el proyecto se divide en dos partes, iniciándose con una actividad piloto, que servirá como modelo y ejemplo de lo que posteriormente los alumnos realizarán de manera más autónoma.
La actividad piloto incluye las siguientes fases, tomando como imagen fija una obra ya nombrada en este blog, Metropolis, de Grosz (1916):

1. Fase descriptiva: vamos a pensar en todo lo que vemos

     Mediante la guía del profesor lo alumnos descubren y describen de manera objetiva el cuadro: qué es, qué hay, qué hace la gente, hacia dónde se dirigen, cómo son los edificios...

2. Fase interpretativa: descubrir lo que el autor quiere decir.
     Búsqueda del mensaje que nos quiere transmitir el autor de la obra mediante el análisis de lo que representan los símbolos convencionales (bandera, coche fúnebre, calavera) y el contexto socio-cultural al que pertenece la obra.

3. Fase emotiva: imaginar que tipo de sensaciones y emociones quiere despertar a quien lo ve.
     A través de adjetivos establecer que nos hace sentir (movimiento, opresión, agobio...), siempre teniendo en cuenta que las obras se reinterpretan en relación al momento cultural en el que son vistas.

4. Fase analítica: pensar como ha conseguido comunicar todo eso a través del cuadro.
     Análisis del color, de las formas, el espacio, la luz, la composición y los sonidos que podríamos escuchar en el cuadro.

5. Fase final: vamos a poner sonido al cuadro.
  Los alumnos relacionan los posibles sonidos con emociones, transmitiéndolos de forma conjunta, para crear esa composición sonora que acompañará al cuadro.

Hasta aquí la primera parte, que como hemos dicho, servirá de primer paso para que los alumnos tengan una clara referencia de lo que han de hacer, de manera más autónoma en la segunda parte. Es evidente que no se posible iniciar el proyecto si los alumnos no conocen previamente los conceptos que se han nombrado en la actividad piloto.
Para completar los objetivos de proyecto, es decir conseguir un análisis de la función informativa, expresiva y estética de imágenes fijas, analizar los significantes y significados mediante el aprendizaje de los códigos de comunicación y la expresión de ideas y el trabajo en equipo, es necesario proceder con la segunda parte,en la que los alumnos trabajarán por grupos y se les asignará una imagen. Consta de las siguientes fases:

1. Búsqueda de información sobre la obra asignada.

2. ¿Qué nos dice el cuadro? Gracias a un guión ya establecido y similar a lo realizado en la anterior fase, los alumnos escribirán un análisis del cuadro en relación a la información obtenida.

3 y 4. Conociendo Audacity. Aprendizaje del programa de que se servirán para poner sonido al cuadro. Como vemos, esta fase se diferencia de la anterior en este aspecto, ya que no serán los propios alumnos los que realicen los sonidos, sino que los compondrán previamente.

5. Poniendo sonido a la imagen. Realización de la composición sonora que acompañe al cuadro a través de programa nombrado anteriormente.

6. Así vemos, oímos y sentimos la imagen. Los alumnos, por grupos, expondrán los trabajos realizados.


Mientras realizaba esta entrada, sin querer, me ha venido a la cabeza uno de mis cuadros preferidos. Se trata de "El Grito", de Edvard Munch.

"El Grito". Edvard Munch. 1893. Galería Nacional de Noruega.


Basta conocer un poco la vida del autor para encontrar su significado. Se trata de una obra expresionista, en la que el grito de la figura andrógina que encontramos en primer plano, nos hace sentir el escalofrío de la desolación y la desesperación humana. Lejos, dos personas pasean, ajenas a su dolor, haciendo caso omiso su súplica.
Y es que esto, al fin y al cabo es el ser humano.





No hay comentarios:

Publicar un comentario