En Muel (Zaragoza), tiene lugar cada año un encuentro de artistas cuyas obras nacen de la cerámica y el fuego. "Domadores de fuego" se llama el proyecto, y para el que tenga más curiosidad, ahí dejo el enlace y un video:
Hace unos días ponía en el "Yo" que en mi pueblo prohíben juegos con balón y bicicletas en el parque, y para compensar tal susto, quiero mostrar algo bueno, más bien alguien bueno: Alberto Hernández, que participa todos los años en estas jornadas. Domador de fuego y capaz de pintar con él, elabora sus propios hornos para que el mundo se adapte a sus obras y no al revés, toma como soporte grandes somieres, saca a la cerámica colores que parecen imposibles.
Conoce el fuego y lo que el calor hace a la cerámica, pero intuyo que cada obra es un nuevo aprendizaje hasta la búsqueda de lo que quiere. Los materiales con los que trabaja son, a mi juicio, muy impredecibles y caprichosos, y su dominio no es nada sencillo. Pero no se da importancia alguna, hace su trabajo que es su pasión, e intenta vivir de ello, algo que se postula difícil en la situación que se encuentra el arte (y el mundo) en este momento.
Hace algunos años, la Dra Carmen González Borrás, reconocida crítico de Arte contemporáneo dijo de él que "representa una de las direcciones más firmes que está tomando la cerámica contemporáneo española". Una pena que reconozcan su trabajo en todos los lugares menos en su pueblo (referido a la administración pública y no a aquellos, personales, que luchan porque la cultura y el arte tenga cabida en las vidas de sus ciudadanos). Con exposiciones en Alemania, Japón o Francia se postula como un referente al que hay que tener en cuenta.Pero con él se cumple eso de "Nadie es profeta en su tierra".
Asi que entrad en su bitácora, y conocedle un poco, a él y a su obra.
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